La violeta africana (Saintpaulia) es la planta de interior más cultivada del mundo, y no es de extrañar, ya que se adapta casi sin dificultad a las condiciones de nuestros hogares. Además es fácil de producir, por lo tanto, fácil de encontrar.
A pesar de todo la violeta africana no es precisamente una planta para principiantes ya que tiene sus peculiaridades y, si el cuidado no es el adecuado, podremos decepcionarnos. Sin embargo, conociendo sus necesidades y facilitándole las condiciones adecuadas puede florecer durante 10 meses al año (incluso algunas variedades están siempre en flor).
Lo primero que debemos saber respecto a esta planta es que necesita mucha luz , pero huye del sol intenso de pleno verano. Durante el verano podemos mantenerla en una ventana orientada al norte y, durante el invierno, al sur.
Su riego es simple, bastará con regarla con agua tibia cuando la tierra esté seca al tacto. Intenta no verter agua sobre sus hojas porque puede causar manchas. Es importante que tenga un ambiente húmedo (puedes utilizar un humidificador cuando lo veas necesario) y se debe mantener una temperatura ligeramente cálida (más de 15Cº).
Multiplicar la violeta africana es bien sencillo: Deberás cortar el tallo de la hoja en un ángulo de 45º y sembrarla en un terreno húmedo. Cuando las pequeñas hojas aparezcan (generalmente son muchas) podrás separarlas y plantar pequeñas macetas individuales. Desde el corte de la hoja hasta la próxima floración podrán pasar alrededor de 6-7 meses.